Responsabilidad Social en Autónomos y MicroPYMES

Políticas de responsabilidad social que implementan las instituciones públicas. Iniciativas y acciones sostenibles que las grandes empresas llevan a cabo. Pero, ¿pueden desarrollar la responsabilidad social jugadores de menor tamaño? Es decir, ¿pueden autónomos y micropymes beneficiarse de la responsabilidad social al tiempo que son motor de cambio? La respuesta es sí, sin lugar a dudas.

El tamaño de una organización no puede y no debe limitar su comportamiento sostenible. A veces se tiende a pensar que micropymes y autónomos son demasiado pequeños para generar un impacto en la sociedad. Además, se puede tener una idea preconcebida de que el coste de implementar enfoques sostenibles tiene un coste excesivo.

Sin embargo, hay que recordar que la responsabilidad social por definición es voluntaria. Por tanto, cada micropyme/autónomo puede aportar el granito que puede y en el plazo que estime oportuno.

Hay que destacar que un alto porcentaje de micropymes/autónomos ya llevan a cabo iniciativas de responsabilidad social que han implementado de forma intuitiva. El objetivo es la obtención de beneficios como: la fidelización de clientes, una mayor productividad o el ahorro de costes pero al mismo tiempo han generado, indirectamente, un impacto positivo en su entorno: igualdad de oportunidades, eficiencia energética, satisfacción de clientes…

A veces, el reto proviene del «cómo empiezo». En este sentido, podemos encontrar metodologías adaptadas a la realidad de autónomos y micropymes que, de forma sencilla, guían en la identificación y desarrollo del enfoque sostenible en la gestión. Un ejemplo de ello lo encontramos en la metodología TamiRSE. Desarrollada por Gobierno de Navarra, se trata de una sistema de gestión que ha adecuado los diferentes componentes de análisis de la responsabilidad social a las circunstancias y características propias de estos colectivos.

Por tanto, el efecto mariposael aleteo de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo– tiene un gran sentido en la cuestión que estamos abordando. Por pequeños que, relativamente, sean autónomos y micropymes, su aportación y contribución a la responsabilidad social es necesaria e importante. De hecho, su capacidad de generar impactos positivos, principalmente en el entorno local, los convierten en valiosos agentes del cambio.

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