En cuantas ocasiones conocemos nuestros objetivos tanto profesional como personalmente pero finalmente no logramos nuestras metas. Por falta de tiempo, impaciencia o porque consideramos que está fuera de nuestro alcance desistimos en nuestros propósitos iniciales. ¿Cómo vencer estos obstáculos?
El éxito en la consecución de objetivos se basa en la “gestión de proyectos”. Porque, a pesar de que este término pueda llevar a la idea de que es una metodología para grandes empresas y objetivos, ciertamente, lo podemos aplicar de forma exitosa e incluso más ágilmente en una empresa pequeña, en nuestro negocio de autónomos/as o incluso en objetivos de nuestra vida personal.
¿Pero qué pasos debemos dar para lograr el éxito del proyecto?
Primeramente, hay que tomar conciencia de que el objetivo inicial a plantear no debe ser la meta final. ¿Por qué? El objetivo final:
- son muchas horas de trabajo
- está lejano en el tiempo
- no se vislumbra la “luz” al final del túnel durante un tiempo y nos desanimamos
- no hay “éxitos” intermedios que nos den energía adicional
Podemos definir el objetivo final como la suma de muchas acciones pequeñas y sencillas que se van completando en el tiempo. Por lo tanto, desglosando el proyecto en tareas pequeñas con tiempos de ejecución cortos y consecución de metas sencillas hacen el objetivo final más accesible. Es decir, se trataría de un camino a recorrer con áreas de descanso para recuperar fuerzas.
Una vez definidos los pasos del camino, toca definir y detallar tanto los recursos como las tareas que nos van a ocupar en cada meta parcial. El marco temporal de ejecución es también imprescindible. Herramientas como los diagramas de Gantt por ejemplo pueden ayudarnos a ver de forma gráfica y un solo vistazo las tareas, tiempos y resultados.
Un beneficio adicional a definir metas parciales, será que nos podemos centrar en las tareas propias de cada etapa y nuestra atención no se desviará a actividades que se desarrollarán en futuras fases. De esta forma, obtendremos una mayor productividad y eficiencia en nuestro trabajo y desempeño.
Es importante ser realistas en la definición y planificación temporal de las acciones. Y junto a ello, es necesario la revisión de tareas asi como del cronograma para ajustar posibles desviaciones (siempre existen eventos indeseadas). De esta forma garantizaremos el mantenimiento de una visión realista para lograr el éxito de nuestro proyecto.
Y ahora solo queda comenzar con la implementación, bien a través de un proceso desarrollado por la propia empresa, bien con el apoyo de consultores especializados, como Laudalki, que te permitirán implementar esta metodología (identificación de objetivos, definición de etapas, ajustes y seguimiento cuantificado) con un servicio ágil y profesional.
¡Avancemos juntos compartiendo objetivos!